El Camino a Farellones una ruta tantas veces hecha en bicicleta que minimo se merecía un artículo. Este camino que es la principal via para acceder a los centros de esqui de La Parva, El Colorado, Farellones y Valle Nevado, es tambien uno de los destinos principales de los masoquistas ciclistas Santiaguinos.
Sabía que había un paseo de Chilebike organizado para subir hasta el Santuario de la Naturaleza, para el domingo por la mañana. No había confirmado mi asistencia, y tampoco recordaba con exactitud la hora de partida, pero tenía la sospecha media vaga de que la salida era a las 10:00 am en la estacion de bencina Terpel donde comienza el camino.
Asi que como no es de costumbre, y casi de milagro, logré despertar y salir de mi casa a eso de las 9:00 am para pedalear hasta el lugar de encuentro. A mitad de camino me encuentro con Humberto (Beto) y Patricio; así que nos fuimos pedalendo juntos. Una vez en la estación de bencina compramos jugos isotónicos y barras de cerales para comer sobre la marcha.
Estacion de bencina donde Avenida Las Condes se divide en dos: El Camino Los Refugios del Arrayan y El Camino a Farellones. Lugar de encuentro de de endureros y ciclistas de montaña y ruta principalmente.Sabía que había un paseo de Chilebike organizado para subir hasta el Santuario de la Naturaleza, para el domingo por la mañana. No había confirmado mi asistencia, y tampoco recordaba con exactitud la hora de partida, pero tenía la sospecha media vaga de que la salida era a las 10:00 am en la estacion de bencina Terpel donde comienza el camino.
Asi que como no es de costumbre, y casi de milagro, logré despertar y salir de mi casa a eso de las 9:00 am para pedalear hasta el lugar de encuentro. A mitad de camino me encuentro con Humberto (Beto) y Patricio; así que nos fuimos pedalendo juntos. Una vez en la estación de bencina compramos jugos isotónicos y barras de cerales para comer sobre la marcha.
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En el mapa los puntos A y B señana el incio y el fin del viaje.
Luego de esperar un rato por si llegaba algun rezagado, nos dimos cuenta de que los rezagados eramos nosotros, así que partimos a eso de las 10:30.
Patricio, al comienzo del camino que parte a una altitud de 820 msnm aproximadamente.
El día estaba completamente despejado, y a pesar de ser invierno, el sol estaba quemando.
Valle del Río Molina visto desde el camino.
La abundancia de animitas a lo largo de la ruta hace recordar lo peligroso de los caminos de montaña.
Otra vista del Río Molina, despues de 8 kilómetros de pedaleo.
Habiendo "precalentado" en subida durante 12 kilómetros, llegamos al sector de Corral Quemado, a 1300 msnm, donde el camino se bifurca; hacia la izquierda el camino a la Mina La Disputada de Las Condes y a la derecha la escabrosa zona de curvas que llevan a Farellones.
Abundan las mediciones y marcas de distancias a lo largo de la ruta, en el suelo, en las piedras, postes...., que lejos de ser un incentivo te recuerdan a cada rato lo lento que vas.
Lo que parece un par de serpientes peleando es la primera zona de curvas. No por nada es aqui donde se realiza dos veces al año una de las competencias ciclisticas mas imporantes en Santiago: El Desafio Trek-Subaru, con sus tres categorias de desafio familiar, desafio medio y desafio completo, de 12, 23 y 33 km respectivamente.
Hay muchos de estos cactus, acostumbrados a los extremos de los secos veranos y a los fríos y húmedos inviernos, algunos alcanzan fácilmente los cinco metros de altura.
Al parecer este año comenzaron a ponerle nombre de personajes importantes de la historia y cultura nacional a cada una de las curvas. La primera se llama Manuel Rodriguez, y entre las tantas estan los poetas Neruda y Mistral y la folklorista Violeta Parra.
Llegando a la curva 15 el paisaje se veia cubieto por nieve, y corria un viento bastante frío.
Beto me estaba esperando con la camara lista para la foto, y yo pedaleando tan lentamente que parecía estar haciendo equilibrio en lugar de avanzar.
Después de un par de horas de pedaleo llegamos a la entrada del Santuario de la Naturaleza Yerba Loca, a unos 1800 msnm. En total habiamos subido practicamente 1 kilómetro de altura, algo asi como subir seis veces el edificio de la Telefonica.
Para ingresar al Santuario hay que pagar una tarifa de 2000 pesos por adulto y 1000 pesos por niño. La entrada esta abierta hasta las cinco de la tarde.
Pagamos nuestra entrada y entramos al Santuario a pedalear hasta donde la nieve nos dejara.
Y la nive y en especial el barro y hielo nos dejanron hasta aqui, un par de kilometros depues de la entrada. Paramos a tomar fotos y descansamos un rato.
Y sí, se puede pedalear en nieve, tiene su maña y requiere un poco de pierna pero definitivamente es mas fácil que pedalear sobre arena.
Que ganas de seguir subiendo, pero ya era tarde y nuestros estomagos estaban comenzando a reclamar.
Aprovechamos de que teniamos señal de celular, y llamamos a Patricio quien nos conto que estaba unos kilómetros mas abajo y que comenzaria a bajar. Acordamos de juntarnos en el sector de La Ermita para continuar el regreso juntos. Bajamos despacito por las piedras...mejor dicho, por la resbalosa nieve.
El Beto.
El camino tenía bastante pendiente, y las ganas soltar los frenos no eran pocas, pero bajamos tranquilos disfrutando del paisaje y aprovechando de descansar. Las bicicletas de montaña no tienen tabarros, bueno ningún tipo de bicicleta de competición los tiene, asi que cuando uno pasa por barro o nieve a gran velocidad, también come barro y nieve...
Y como recompensa a nuestro esfuerzo, de regreso paramos en el Kiosko de Don Gabriel en el sector de La Ermita. En realidad parece más bien un jardín botánico que un kiosko, pero lo es, y atiende a bastante público durante el día.
Quién sabe si será producto del hambre que produce pedalear cuesta arriba por horas, o de la receta casera con que "La Señora" las prepara, lo que a mí parecer, hace a las empandas de La Ermita las mejores empandas que haya probado hasta ahora....sasón perfecta, jugosas pero no se chorrean, la masa no esta reseca...en fin.... Si van a Farellones no pueden no parar a comerse una empanada en La Ermita.
El mentado Don Grabriel.
No habia mote con huesillos, al parecer solo lo venden en verano, pero a falta de mote tomamos café.
Con musica clásica de fondo (es costumbre del lugar, además el reaggeton no pega) y a la sombra de las plantas comimos un reconfortante almuerzo, y descansamos un rato antes de retornar a la ciudad.